En el depoorte de los brutos, dónde los brutos no juegan, el día más temido para los entrenadores de la NFL, arribó cortando un par de grandes cabezas y varios puestos de menor categoría.
Mientras la mayoría de la población en el este de los Estados Unidos se encontraba dormida, los Falcons de Atlanta no perdieron el tiempo y le comunicaron a Arthur Smith que la derrota frente a los Saints, fue la última con él como head coach.
Los Commanders de Washington fueron un poco más amables y le permitieron a Ron Rivera desayunar tranquilamente antes de conocer que había sido despedido como entrenador en jefe.
Y el que está en la mira es su legendario entrenador Bill Belichick de Patriots de Nueva Inglaterra quien aún no han emitido ninguna declaración oficial sobre su estatus.
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