Nadie quiere ver a un jugador recibir un golpe violento como el que sacó del partido a Trevor Lawrence, mariscal de campo de los Jaguares de Jacksonville, por una conmoción cerebral. Pero eliminar esos duros impactos es la parte difícil y una asignatura pendiente para la NFL.
Una de las estrategias para combatir esta problemática fue utilizar la tecnología Guardian Cap, que consiste en poner cubierta acolchonada sobre el casco para evitar violentos impactos durante la pretemporada.
El apoyador de los Texanos ya había sido sancionado y multado con 11 mil 255 dólares (casi 230 mil pesos) por un golpe tardío fuera de los límites al corredor de los Titanes, Tony Pollard, la semana pasada.
También recibió una sanción económica a principios de este año después de que golpeara al corredor de los Osos de Chicago, Roschon Johnson, en la segunda semana.
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