La Selección Mexicana empató 3-3 con Uzbekistán en un partido que estuvo lleno de altibajos y que dejó un sabor agridulce en general.
Lo importante es que Raúl Jiménez anotó un doblete y se reencontró con el gol en pelota en movimiento, mientras que Memo Ochoa falló en dos goles, sobre todo en el 3-3 final.
El Tri también tiene gran reacción y poder ofensivo, pero volvió a dejar serias dudas en defensa.
Jaime Lozano tendrá que trabajar a marchas forzadas pues en un mes tendrá su tercera y cuarta prueba ante Ghana y Alemania, dos sinodales que prometen ser mucho más fuertes que los dos con los que apenas rescató un empate.
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